El verano es una época muy interesante para las personas a las que nos gusta el packaging. Coinciden en un mismo periodo de tiempo varios motivos para que así sea, y es que por una parte es el momento de ciertos productos estacionales como las bebidas, helados o las cremas solares. Es el momento del año en el que hacer un esfuerzo en el diseño de los envases. Por otra parte, mucha gente está de vacaciones, de jornada reducida o tiene la paga extra. Eso implica que hay dinero y tiempo para consumir. Como ya sabéis si leéis nuestro blog, el packaging es quizás el elemento más importante a la hora de captar esos momentos de compra compulsiva.
Durante estas fechas hay piezas de diseño merecedoras de un premio, aunque lo que más abunda son diseños horteras con salpicones, gafitas y sombrillas haciendo un gran alarde de creatividad. Si a vosotros también os interesa el diseño de packaging, echad un vistazo a este artículo en el que os mostramos algunos de nuestros preferidos estivales y los más odiados.
Diseños que nos gustan
Como punto de partida, quizás las creatividades o diseños que más nos gustan son las que hacen una alegoría del verano sin hablar directamente de él, con el uso de una paleta de colores que inspire sensaciones. Son diseños frescos y amables que invitan a divertirse y a disfrutar. Captan ese ambiente jovial del estío. En cuando a este tipo, ganan por goleada los degradados de colores, tal y como escribimos en el artículo de las tendencias en el diseño de 2018.
Por otro lado, nos llaman la atención las campañas integrales que giran en torno a una diseño de packaging o a una creatividad que está aplicada al envase. El juego que puede dar más allá de que resulte estéticamente atractivo es un plus simplemente por su complejidad. Es el caso de las chancletas Havaianas, que suele utilizar colores y formas diferentes en el pack, que además sirven para comunicar en establecimientos y medios.
En el caso de Coca Cola, que sin rediseñar completamente la etiqueta ni hacer nada visualmente original, el año pasado acertó añadiendo destinos vacacionales a sus botellas, siendo el punto angular de una campaña de marketing veraniega.
En esta galería podéis ver algunos de los diseños a los que hacemos referencia.
Pero lo que no nos mola tanto del packaging de verano…
Todo lo que reluce, no es oro. Y es que en verano también se comenten terribles atropellos contra el packaging. Diseños sexistas donde la mujer va perdiendo la ropa y se le atribuyen roles de género impuestos por una heteronormatividad patriarcal, como la que cuida de los niños en la playa.
La cantidad de diseños cutres, cuñados, trasnochados, infantiles. La lista de adjetivos es tan larga como modelos de baticao se han lanzado desde los años 80. Ya sabéis aquello de «Veterano de verano», en fin…