Si alguna vez has contratado los servicios de un estudio de diseño, o has entrado en una página web a medio hacer, habrás podido leer un texto en latín que tiene por título Lorem ipsum.
Quizás nunca te habías parado a pensar de qué se trataba ese latinajo, pero si te pica la curiosidad, aquí te vamos a explicar de dónde viene tan curiosa «tradición» en nuestro sector.
El texto es llamado normalmente Lorem ipsum por las dos palabras con las que comienza. En inglés suele tener otros nombres, ya se sabe lo imaginativos que son, como: blind text, dummy text, greeked text, placeholder text, mock content o filler text.
Se suele utilizar habitualmente en el sector del diseño gráfico para hacer demostraciones tipográficas antes de insertar el texto final.
En los años 90 comenzó el boom de su uso en las publicaciones.
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Aquí un ejemplo propio de cómo lo utilizamos en Sirope, en este caso para Basque Taste.
Antes de seguir, es conveniente explicar que el texto utilizado no tiene sentido alguno.
En cuando a su origen, el profesor de latín y director de publicaciones de la Universidad Hampden-Sydney de Virginia, Richard McClintock, sostiene que es un extracto modificado de un pasaje de la obra «De finibus bonorum et malorum» (Sobre los límites del bien y el mal) de Cicerón. La obra fue concebida en el 45 antes de Cristo, dos años antes de la muerte del autor, que diserta sobre el bien y el mal desde diferentes puntos de vista filosóficos.
El profesor especula que su uso se remonta a comienzos del siglo XVI, cuando algún impresor con la necesidad de crear una muestra tipográfica, creó un texto sin sentido que permitiese fijarse en las características gráficas y no en el contenido.
Resulta curioso cómo durante 500 años se ha mantenido este texto de muestra dentro del sector sin sufrir cambio alguno, pese a existir intentos de reemplazarlo. En el caso de Sirope, nuestros favoritos son el Chiquito Ipsum y este gratuito y sin publicidad de websiteplanet.
Pero la cosa no se ha quedado ahí, ahora se ha vuelto incluso un icono pop que se llega a ver en tatuajes y camisetas y además ha generado innumerables fails entre los diseñadores más despistados: